La iniciativa de entablar diálogo directo partió de la Casa Blanca. Más temprano Biden advirtió que Rusia podía invadir Ucrania «en cualquier momento».
Vladimir Putin y Joe Biden-
Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden; y de Rusia, Vladimir Putin; mantendrán este sábado una conferencia telefónica, en momentos de alta tensión por la delicada situación en Ucrania.
La información del cónclave telefónico surgió inicialmente desde la Casa Blanca y fue confirmada minutos más tarde por el Kremlin. Según se supo la iniciativa partió del mandatario estadounidense quien horas antes había advertido que Rusia podía invadir Ucrania en cualquier momento.
«La parte norteamericana pidió un coloquio con el presidente Putin y los dos presidentes hablarán mañana por la noche», dijo el vocero del Kremlin, Dimitry Peskov.
«El pedido -agregó Peskov- precedió a una carta de la parte norteamericana».
La comunicación se producirá luego de que hoy Estados Unidos insistiera en que Rusia puede invadir Ucrania «en cualquier momento», incluso “durante los Juegos Olímpicos” de invierno que se desarrollan en China, y junto a varios de los aliados occidentales pidiera a sus ciudadanos que abandonen la potencial zona de conflicto «en las próximas 24 a 48 horas».
«Seguimos viendo signos de escalada rusa, incluida la llegada de nuevas fuerzas a la frontera con Ucrania», declaró el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, en conferencia de prensa, y anunció el envío de 3.000 soldados más a Polonia «en los próximos días».
La Casa Blanca estima que Moscú podría pasar a la acción en Ucrania «en cualquier momento».
Sin dar precisiones vinculadas a la inteligencia, el funcionario fue muy específico al vaticinar que la ofensiva comenzaría probablemente con «bombardeos aéreos y ataques con misiles» que «matarán a civiles sin importar su nacionalidad».
Sin embargo, aclaró que con esto «no está diciendo» que el presidente ruso, Vladimir Putin haya tomado ya la decisión de invadir a su vecino, agregó.
Estados Unidos exhortó a sus ciudadanos a salir de Ucrania «en las próximas 24 a 48 horas», pedido que replicaron distintos países como el Reino Unido y Noruega, entre otros, mientras Israel decidió retirar a su personal diplomático en el país.
Las declaraciones del asesor se produjeron tras una imprevista videoconferencia que mantuvieron los presidentes estadounidense, Joe Biden; y de Francia, Emmanuel Macron; los jefes de gobierno alemán, Olaf Scholz; y británico, Boris Johnson; así como el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; y funcionarios de la Unión Europea (UE).
Los líderes de las potencias occidentales prometieron sanciones «rápidas y severas» si el Kremlin decide una invasión, aseguró el gobierno alemán tras la reunión virtual.
«Los aliados están determinados a tomar juntos sanciones rápidas y severas contra Rusia si se presentan nuevas violaciones de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania», señaló Steffen Hebestreit, portavoz del canciller alemán.
«Todos los esfuerzos diplomáticos buscan persuadir a Rusia de ir hacia la desescalada. El objetivo es impedir una guerra en Europa», agregó.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien también participó de la videoconferencia, avaló la idea de avanzar con sanciones a los sectores financiero y energético si escala el conflicto.
«Todas las opciones están sobre la mesa y las sanciones concernirán los sectores de las finanzas y la energía, así como las exportaciones de productos de tecnología de punta», señaló en un comunicado.
El premier británico, Boris Johnson, dijo en la videoconferencia «temer por la seguridad de Europa en las circunstancias actuales», informó Downing Street.
Tras varios encuentros diplomáticos que apuntaban a poner paños fríos a la crisis, la tensión parece ahora en aumento.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, consideró hoy también que una invasión podría ocurrir «en cualquier momento», mientras que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, volvió a advertir que existe un «riesgo real de un nuevo conflicto armado» en Europa.
Rusia desplegó a decenas de miles de soldados cerca de la frontera con Ucrania e inició una serie de maniobras militares, pero niega las acusaciones de Occidente, sobre todo de Estados Unidos, de querer invadir a la ex república soviética.
El Gobierno de Putin exigió garantías vinculantes de que Ucrania y otras naciones que integraban la Unión Soviética no se sumarán a la OTAN y de que la alianza militar frene el estacionamiento de armas allí y reduzca la presencia de tropas en Europa del Este.
Estados Unidos y la OTAN rechazaron las exigencias.
En paralelo, Moscú anunció nuevas maniobras militares en la frontera ucraniana, que se suman a las que ya está realizando desde el jueves en Bielorrusia, un país vecino de Ucrania.
Además, la Marina rusa está realizando maniobras en el mar Negro.
Las negociaciones a cuatro bandas celebradas el jueves en Berlín, en las que participaron Rusia, Ucrania, Alemania y Francia, evidenciaron la brecha que separa a Moscú de los occidentales y de su aliado ucraniano.
Rusia lamentó hoy que esas discusiones no arrojaran «ningún resultado».
La presidencia francesa informó, por su parte, que Macron hablará mañana con Putin.
Moscú insiste además en que el gobierno ucraniano negocie directamente con los separatistas prorrusos del este, a quienes el ejército ucraniano combate desde 2014 en un conflicto que ha dejado más de 13.000 muertos.
Pero Ucrania se niega, considerando que el único interlocutor legítimo es el gobierno ruso, al que acusa de apoyar a los separatistas.
Aún así, Kiev señaló hoy que «todo el mundo tiene voluntad de obtener un resultado» y que las negociaciones continuarán.